En las primeras horas de la noche, un atrevido ladrón adolescente decidió dirigirse a una tienda local para un botín después de las horas.Poco sabía, la tienda estaba equipada con cámaras CCTV de última generación, capturando cada uno de sus movimientos.Las tiendas jóvenes, delgaditas y empleados traviesos alertaron rápidamente a las autoridades, lo que llevó a una persecución policial de alta velocidad que dejó al ladrón sin aliento y arrinconado en el garaje de las tiendas.El oficial de policía, una mujer grave pero atractiva, tomó el asunto en sus propias manos, decidiendo enseñarle una lección al joven delincuente que nunca olvidara.Lo llevó a la oficina privada de las explotaciones, donde comenzó la verdadera acción.El ladrón, joven, delgado y sorprendentemente ansioso de 18 años, recibió la orden de arrodillarse y realizar una serie de actos orales en su captor.La escena se intensificó en una naturaleza salvaje, con el oficial aprovechando plenamente la situación.Esta era una noche en la que el ladrón nunca olvidaría, ya que las cámaras de CCTV capturaban cada momento tentador de su humillante castigo.
