En un garaje con poca luz, la fogosa Naomi Maes es confrontada por un oficial de policía severo.Sus labios perforados y su cabello rojo fogoso no son rivales para su autoritaria presencia.No pierde tiempo en afirmar su dominio, ordenándole que se caiga a sus rodillas.Naomi, a pesar de su desafío, obedece, y toma su miembro palpitante en su boca.Funciona con su lengua, saboreando cada centímetro, antes de que ella comience a chuparlo, sus manos trabajan la longitud de su eje.El oficial la observa, sus ojos se llenan de lujuria mientras lo complace.Pero no se conforma con eso solo.La pone de pie, abriendo sus piernas mientras explora sus pliegues húmedos con sus dedos.Luego, la toma por detrás, su ritmo metódico y castigador, llevándola a un clímax estremecedor.El oficial, satisfecho con su trabajo, deja a Naomi jadeando y satisfecho en el garaje.
