En medio del nerviosismo, me encontré involucrada en actividad sexual con mi cónyuge transgénero amiga, mientras mi amiga hacía lo mismo con lo suyo.Fue una experiencia surrealista, pues ambas nos vimos en medio de un encuentro sexual inesperado.El ambiente se encargó de tensión y excitación, mientras explorabamos mutuamente los cuerpos con un sentido de curiosidad y deseo.La vista de mi cóyuge amiga, adornada en lencería, fue un espectáculo para contemplar.Sus tetas grandes y su impresionante polla eran una vista tentadora, ya que ambas nos encontramos atraídas por ellas.A medida que nos dedicamos al placer oral, nuestro nerviosismo se fue desvaneciendo lentamente, reemplazado por una nueva apreciación por la belleza de nuestros cónyumes amigos.La experiencia fue intensa e inolvidable, ya que ambos nos vimos perdidos en las agallas de pasión y deseo.