Después de un duro día de trabajo, nuestro joven y gordito gay amateur decidió tomarse un tiempo para relajarse.Él había estado deseando una acción seria y sabía lo que quería.Había estado soñando con que le follaran el culo durante mucho tiempo y finalmente era el momento de hacerlo realidad.Así que, llamó a su amigo que estaba más que dispuesto a ayudarlo a cumplir sus deseos.Nada más llegar, se pusieron manos a la obra.El gordo lo tomó como un campeón, gimiendo de placer mientras la gran polla de su amigo penetraba su apretado agujero.Fue un viaje salvaje, uno que había estado esperando y saboreaba cada momento de ello.Este fue un día que nunca olvidaría, un día en el que finalmente llegó a experimentar la alegría del sexo anal.