Una rubia cachonda caminaba por la calle cuando un negro detuvo su coche y le ofreció follar con él.Ella no dudó y se subió al coche.Primero, el negro dejó que la nena le lamiera los huevos y después se quitó el pantalón y le dejó comer su polla.La nena lo hizo muy bien y luego el negro la folló duro.La neba gemía de placer y al final recibió su polla hasta el fondo de la garganta.