En un sorprendente giro de los acontecimientos, mi hermanastra me reveló que tenía una profesión secreta que nunca había sospechado.¡Ella era una trabajadora sexual!Me desconcerté al principio, pero luego no pude evitar intrigarme al pensar en que estaba con otros hombres.Sabía que tenía que verlo para mí y le pedí que se manifestara.Ella accedió con ansias y comenzó a seducirme, quitándose la ropa lentamente, dejando ver su hermoso cuerpo.Cuando sucumbí a sus encantos, se dejó caer de rodillas y sacó mi polla dura y palpitante.Comenzó a chuparla, su boca trabajando expertamente de arriba abajo, llevándome a la naturaleza del placer.No pude resistirme a tomarla en ese mismo momento, empujando mi polla difícil profundamente dentro de ella.La sensación de su apretado coño envuelto alrededor de mí era pura felicidad.No podía creer que nunca antes hubiera descubierto este lado de ella. La vista de su retorcimiento de placer mientras la llenaba de mi semen era un espectáculo para contemplar.
