En medio del deseo, me encontré enredado con la seductora Selena Stone, mi hermanastra, en su cama.La vista de sus deliciosas metrajas raven-black cascadas por su espalda, enmarcando su inocente cara, fue embriagante.Su pequeño marco me dolía el tacto, su esbelto cuerpo anhelando la satisfacción.No pude resistir el atractivo de su tesoro suave y depilado, una vista tentadora que me volvía loco.Con un firme agarre en sus caderas, inicié nuestro baile de pasión, mi palpitante miembro buceando en sus profundidades.El ritmo de nuestros cuerpos se entrelazaron en una sensual sinfonía, cada embestida acercándose al borde.La vista del paraíso peludo, que brillaba bajo el suave brillo, era un espectáculo para contemplar.Nuestros cuerpos se movían en armonía, perdidos en el éxtasis de nuestro bailarín carnal.La línea entre la inocencia y el deseo borrió como rendidos ante nuestros deseos primarios, dejándonos ambos sin aliento y satisfechos.