Mientras deslizo mis dedos por debajo de la tanga de Ayirass, la emoción de los cursos prohibidos recorre mis venas.La fruta prohibida, sus bragas, encienden un fuego salvaje dentro de mí, avivando mi deseo.No puedo resistir el atractivo de su prenda íntima, y la acaricio con ansias, mi toque enviando ondas de placer recorriendo mi cuerpo.Mientras tanto, Ayirás se monta a horcajadas una polla palpitante, sus movimientos rítmicos e hipnóticos.La vista de su culo apretado rebotando mientras cabalga a lo largo del eje es un espectáculo para contemplar.Sus bragas, ahora húmedas con su excitación, rozan contra mi piel, agregando una capa extra de excitación a la mezcla.Las sensaciones son abrumadoras, el placer intenso.Esta es la forma definitiva de juegos previos, un baile tentador de deseo y lujuria que nos deja a ambos sin alientos.
