Después de un largo y agotador día de trabajo, todo lo que ansiaba era la calidez de mi suave y depilado coño.Como me encontraba solo en casa, no pude resistir las ganas de darme placer.Decidí montarme cerca de la entrada del dormitorio, donde la excitación de casi ser atrapada agregó una emoción extra a mi sesión en solitario.Me acosté boca abajo, el culo en el aire y comencé a trabajar mi magia en mi apretado agujero.El pensamiento de alguien entrando solo alimentó mi deseo, haciendo que mi coño se mojara más y mi corazón corriera más rápido.Justo cuando estaba llegando al pico de éxtasis, escuché pasos acercándose.Mi corazón follado mientras trataba de mantenerme lo más callada posible.Por suerte, nadie entró y pude disfrutar de mi orgasmo en paz.El riesgo de ser atrapado solo hizo que mi sesión en solo fuera mucho más satisfactoria.