Una hermosa morena con un coño sin pelo es atrapada robando por un guardia de seguridad. Ella es un poco ingenua, pero sabe cómo manejarse. A cambio de indulgencia, ofrece su coño afeitado a la polla monstruosa del guardia. Él está más que dispuesto a ayudarla a salir, y ella está ansiosa por complacer. El intercambio es rápido y sucio, dejándola satisfecha y él con una gran sonrisa. Es una situación de ganar-ganar para ambos, y ambos se alejan felices.