Después de mudarme a Japón, me inscribí en un curso de idiomas y caí de cabeza sobre los tacones para mi instructor, el famoso Miru.Su belleza cautivadora y experiencia en la enseñanza eran irresistibles.A medida que nuestras lecciones avanzaban, nuestra química se hacía más fuerte, llevando a momentos íntimos que eran tanto educativos como eróticos.Nuestra pasión por los demás era innegable, y nos rindimos al placer de nuestros cuerpos.El toque experto de Mirus y las habilidades seductoras me dejaban anhelando más, mientras sus labios deliciosos y su lengua tentadora me volvían loco.Nuestros encuentros estaban llenos de placer intenso, dejándonos a ambos sin aliento y satisfechos.Cada lección se convirtió en una oportunidad para explorar nuestros deseos, empujando los límites de nuestra relación.Nuetra pasión compartida por el lenguaje y los unos a los otros hicieron cada momento inolvidable.Esta es nuestra historia, una historia de amor y lujuria, ambientada en el telón de la vibrante cultura japonesa.