Mi esposo tiene esta costumbre traviesa de disfrutar viendo perforarme a su amigo cercano.Es un extraño pero excitante morbo que todos compartimos.Me encanta la forma en que nos observa, el hambre en sus ojos, el bulto en su pantalón.Es un giro único en la fantasía de cornudo, y meto entero.Cada vez que mi esposo trae a su amigo, estoy listo para el viaje salvaje.Hoy, era una escena de doble penetración que nos tenía a todos gimiendo.Mi esposo, escondido detrás del sofá, miraba cómo su amigo me follaba por detrás.Luego, se unió, y comenzó la verdadera diversión.Se turnaron, usándome como un juguete, llevándome a nuevas alturas de placer.La vista de ellos juntos, su lujuria compartida por mí, fue un espectáculo para contemplar.No puedo esperar a ver lo que tienen guardado para mí el próximo.
