El video presenta a una mujer atada y amordazada mientras su pareja mira. Está restringida con cuerdas y no tiene acceso al mundo exterior. Mientras continúa suplicando por la liberación, su pareja comienza a tocarla en todos los lugares correctos. Usa sus manos para frotar su cuerpo, haciéndola gemir y jadear de placer. La cámara se acerca a su cara mientras ella continúa suplicando por la liberación. Su pareja luego procede a usar una variedad de juguetes y técnicas para mantenerla a raya. Un hombre usa un vibrador para estimular su pene mientras que el otro usa un látigo para hacerlo correrse. La cámara captura cada momento de este placer prohibido ya que queda claro que estos dos se pierden completamente en los brazos del otro. Este video no es para los tímidos y está destinado a aquellos que disfrutan del BDSM y el bondage extremo.