Miss Belle, una disciplinaria seria, era conocida por sus estrictas reglas y su inquebrantable autoridad.Tenía una particular fascinación por el arte del castigo corporal, usando su tirante y bastón para hacer cumplir su voluntad.Hoy, se encontraba en una situación en la que tenía que disciplinar a una joven por su comportamiento inapropiado.¿La transgresión?¿Un beso robado de su amante.La habitación resonaba con la voz populosa de Miss Belles mientras ordenaba a la chica que se bajara los pantalones.La vista de las jóvenes desnudas era un espectáculo para contemplar.Miss Bella tomó su tirante, sus ojos se llenaron de una mezcla de ira y lujuria.Empezó a administrar su castigo, cada golpe enviando olas de dolor a través del cuerpo de las chicas. Pero esto era apenas el comienzo.La señorita Belle tuvo otra sorpresa en la tienda.Ordenó a la chica arrodillarse y abrir la boca.Sacó su caña, y con una respiración profunda, la hundió en la boca de la chica, haciéndola probar su propio castigo.La vista de la chica amordazada y retorciéndose era una vista que solo avivaba el deseo de la señorita Belles.Un verdadero testimonio de la dinámica de poder de la disciplina y el placer.