Después de un largo día de trabajo, mi hombre decidió relajarse en su computadora, ajeno a mis deseos.Tenía otros planes, y no estaba a punto de dejarlo ignorarme.Lo provoqué juguetonamente, me desnudé hasta mi lencería, encendiendo un fuego en sus ojos.¿Su respuesta?¿Una sonrisa y un encogimiento, perdidos en su propio mundo.Decidido a llamar su atención, alardeé mis curvas y acaricié seductoramente su virilidad.La vista de mi culo tentador era demasiado para que él se resistiera.Dintió, y comenzamos nuestro baile apasionado.Tomé el control, montándolo como un profesional, mostrando mi experiencia.Sus manos exploraron mi cuerpo, sin dejar ni un centímetro intacto.El placer se acumuló, culminando en un orgasmo explosivo que nos dejó a ambos sin aliento.Fue un viaje salvaje, y sabía que había tomado la decisión correcta.Puedo haber empezado como un pícaro, pero terminé como el que tomó el control, dejándolo suplicando por más.
