Después de un largo día de trabajo, no podía esperar para llegar a casa y ver a mi madrastra.Sabía que me esperaba, los ojos se llenaron de anticipación.Nada más entrar, nos dirigimos directamente a la habitación para un rapidito.Sabia que le encantaba una follada dura y rápida, y estaba más que feliz de complacer.Empujé mi polla monstruosa dentro de ella, sintiendo su coño apretado que me agarraba.Sus gemidos de placer resonaron por la habitación mientras continuaba follándola sin descanso.Su cuerpo se retorcía debajo de mí, un testimonio del intenso placer que le estaba brindando.Era un espectáculo para contemplar, mi madrstra siendo tomada por mí, su amante, de la manera más primaria posible.El clímax fue explosivo, dejándonos a ambos jadeando y satisfechos.Fue un final perfecto para un largo día, y sabía que lo haríamos todo de nuevo mañana.