Después de un largo día de trabajo, papá regresa a casa para encontrarse a sus dos hijastras esperándolo ansiosamente en la bañera.Han estado anhelando su toque, sus deseos escalan a un cabeceo de calentura.Cuando él se une a ellas, la tensión entre ellas palpable, sus inhibiciones se escapan.La hija más joven inicia el encuentro, sus manos explorando su polla endurecida, su boca pronto le sigue el traje.La hermana mayor se une rápidamente, su lengua baila alrededor de su punta.El calor de la habitación se intensifica a medida que su madrastra entra, su propia lujuria se enciende por la vista ante ella.Ella toma ansiosdamente su turno, sus expertos labios trabajando maravillas en su eje. Con los cuatro en la refriega se les calienta la acción, los sonidos de su placer resonando por toda la casa.El suegro toma el control, ahondando sus dedos en las zonas más íntimas de las chicas antes de penetrarlas por turnos.El hambre insaciable de placer de los grupos se calma al llegar juntos al clímax, su éxtasis compartido dejándolas a todas gastadas y satisfechas.
