Como una mujer voluptuosa, sé que mantener mis grandes atributos suaves y presentables puede ser una tarea desalentadora.¿Pero quién dice que el autocuidado no puede ser divertido? Decidí combinar mi amor por el baile del vientre con mi necesidad de mantener mi amplio seno y mi región interior prístina.Cada mañana, cuando me meto en la ducha, dejo que mi rutina de baile de vientre tome el control, acariciando mis curvas con golpes sensuales.La vista de mi vientre rechoncho moviéndose rítmicamente con el agua es una vista para contemplar.Con mi confiable maquinilla de afeitar en la mano, retiro cuidadosamente cada hilo de cabello de mis amplios senos y bajo a mi coño afeitado, todo mientras mantengo mi baile.La vistade mi brillosa y suave piel debajo de la cálida ducha es una vista a contemplar.Al llegar al final de mi rutina, no puedo evitar admirar mi reflejo, una vista de pura satisfacción y semblante.Y así, otro día de amor propio y cuidado comienza.
