Después de un agotador día de clases, no ansié nada más que el sabor del enorme miembro de mi amante brasileño.Su grueso y pulsante eje era una vista para contemplar, y me entregué ansiosamente a hacerle garganta profunda a su longitud completa.El sabor de su caliente y cremosa carga en mi lengua fue la recompensa definitiva, dejándome en un estado de euforia.Como cornudo, me regocijo pensando que mi compañero de cuarto fue testigo de mi placer, agregando una capa extra de emoción a la experiencia.La vista de él viéndonos a través de la ventana del dormitorio solo alimentó mi deseo, lo que me llevó a tomar su enorme polla aún más profundamente.Con cada embestida, podía sentir su caliente semen llenando mi boca, indicando el final de nuestro apasionado encuentro.Pero para mí, fue solo el comienzo de una ansia de toda la vida por su monstruosa polla.