En este encuentro caliente, un joven ladrón de tiendas asiático es pillado en flagrante en un baño público por un policía pervertido. El oficial toma la ley en sus propias manos y castiga a la desobediente adolescente dominándola de todas las maneras posibles. La escena comienza con el oficial inclinado sobre el ladrón de tiendas, que ya está de rodillas, dándole una mamada sensual. El oficial luego toma el control de la situación, ordenando al ladrón de tiendas que se doble y le dé un duro paseo a cuatro patas. El ladrón, que claramente está asustado y asombrado por la dominación del oficial, obedece sin dudar. El oficial luego procede a castigar a la ladrona haciéndola someterse a todos sus caprichos, incluida la sumisión a su polla dura. La escena termina con el ladrón ordenando al oficial de tiendas que limpie la oficina y el garaje, mientras él observa y castiga cada movimiento de ella.